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Parkinson

La enfermedad de Parkinson fue descubierta por el médico británico James Parkinson que la presentó en su libro “Un ensayo sobre la parálisis agitante” en el año 1917. La enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente, solo por detrás de la demencia tipo Alzheimer. Se estima que en Canarias hay alrededor de 9.000 personas afectadas por la enfermedad de Parkinson.

Esta enfermedad neurodegenerativa está causada por una disminución de las neuronas dopaminérgicas lo cual genera un descenso de la dopamina en la parte media del cerebro (mesencéfalo), en concreto en la sustancia negra que incluye, además, una parte relevante de los ganglios basales. Dichos ganglios son núcleos de sustancia blanca cerebral que se encuentran en zonas profundas de ambos hemisferios. Para comprender la relevancia de estas áreas hay que saber que el mesencéfalo es la zona que proporciona conexión a muchas otras áreas pues se encuentra en el tronco cerebral y une éste a otras estructuras cerebrales. El mesencéfalo está formado por el tectum y el tegmentum y alrededor de estos se encuentra la sustancia negra. En cuanto a los ganglios basales, esta estructura cerebral es importante en la enfermedad de Parkinson ya que entre ellos se encuentra el cuerpo estriado, uno de los mayores afectados en esta enfermedad y que se encarga, entre otras funciones, del inicio de movimientos voluntarios y la ejecución de los mismos (dirección, intensidad, coordinación, etc). Entre la sustancia negra y los ganglios basales se concentra la mayor parte de la dopamina que hay en nuestro cerebro.

La dopamina es un neurotransmisor, es decir una sustancia que genera el propio cuerpo y que ayuda a transmitir los impulsos nerviosos a nivel cerebral a zonas encargadas del control motor. La falta de la dopamina hace que se afecten las conexiones del sistema nervioso y por tanto se vea deteriorado el movimiento y mantenimiento postural.

 

¿Cómo detectar la enfermedad de Parkinson?

El comienzo de la enfermedad de Parkinson suele ser insidioso, esto significa que es gradual y difícil de detectar en sus fases iniciales. Una vez se observan signos y síntomas lo más recomendable es ponerse en manos de especialistas en neurología para realizar las pruebas oportunas que confirmen el diagnóstico. En este sentido, la prueba de neuroimagen con mayor rigurosidad es el DATScan que está diseñada para detectar la pérdida de conexiones nerviosas dopaminérgicas en el cuerpo estriado. Se trata de una inyección por vía venosa del principio activo ioflupano y, transcurridas entre 3 y 6 horas desde la introducción del fármaco, se realiza un scanner. Esta prueba debe estar prescrita por el facultativo de neurología y realizarse con todas las medidas por personal sanitario cualificado para ello.

A partir de la realización del diagnóstico se puede establecer una pauta farmacológica para aminorar los síntomas y se comienza un abordaje multidisciplinar con fisioterapia y psicología, entre otros profesionales dependiendo de la necesidad del paciente.

 

¿Qué sintomatología se observa en una persona con enfermedad de Parkinson?

Aunque los signos y síntomas pueden manifestarse de diferente manera en cada paciente, se pueden englobar algunos para sospechar del comienzo de esta enfermedad como son:

  • Pérdida del sentido del olfato.
  • Temblor en reposo en extremidades, normalmente comienza por un lado del cuerpo y puede que se vaya afectando el otro hemicuerpo con el avance de la enfermedad.
  • Disminución de la expresión facial.
  • Bradicinesia: lentitud en los movimientos.
  • Problemas en la motricidad fina.
  • Postura encorvada de la espalda.
  • Problemas de sueño.
  • Letra pequeña.
  • Rigidez muscular debido al aumento del tono lo que conlleva resistencia en el grupo muscular afectado en el movimiento pasivo.
  • Problemas psicológicos y/o psiquiátricos como sintomatología depresiva o ansiosa.
  • Problemas en la deglución.

 

¿Qué hacer si mi familiar tiene Enfermedad de Parkinson?

En primer lugar, los cuidados de la persona cuidadora son imprescindibles para prestar la ayuda necesaria a la persona enferma. Aliadas de los cuidados son la paciencia y el cariño hacia esa persona. Hablarle en tono amable y tranquilizarle en primera instancia, así como ofrecerle un momento para charlar de las cosas en las que la persona se sienta cómoda. Y, por supuesto, acompañarle en realizar ejercicio físico adaptado así como estimulación cognitiva, además de seguir las pautas farmacológicas.

En este sentido, en COGNITIVATE ofrecemos un espacio profesional donde con un trabajo multidisciplinar centrado en la persona podamos valorar y realizar una propuesta individualizada del abordaje de la enfermedad para intentar retrasar el avance de la misma. Se utiliza metodología vanguardista para la estimulación cognitiva tan necesaria en estos casos así como fisioterapia adaptada para mantener la coordinación, ayuda a la respiración y la estimulación psicomotriz, entre otros. La metodología puede ser grupal en grupo de similares características ayudando así a la prevención del aislamiento fomentando la socialización, e individual para casos que lo requieran o como refuerzo extra si fuera necesario.

Nuestro compromiso es tratar de retrasar cada uno de estos síntomas y para ello contamos con la experiencia de profesionales y los procesos adaptados a cada etapa de la enfermedad.

Si tienes dudas, puedes realizarnos una consulta y nos pondremos en contacto contigo, o si lo prefieres llámanos .